- La libertad es la razón que impulsó a los inquilinos a arrendar en 2014, mientras los propietarios optaron por la compra por considerarla “una inversión a largo plazo”
- El arrendatario en 2014 era una persona casada de entre 35 y 44 años, con titulación universitaria, trabajo y sueldo inferior a los 18.000
Un estudio realizado por fotocasa y por la empresa de investigación de mercados Netquest a más de 10.000 usuarios, revela las principales diferencias entre nuevos inquilinos y propietarios. Según el estudio “Perfil del inquilino en 2014”, el principal motivo que empujó a alquilar fue la movilidad laboral mientras que los nuevos propietarios destacaron el hecho de querer mejorar su vivienda actual.
El inquilino vive de alquiler por convicción
La encuesta revela que el arrendatario es una persona de entre 35 y 44 años (37%), casado y con titulación universitaria, que alquila porque es una opción que le permite libertad, frente a la compra, que ata a un lugar y a un nivel de gasto durante largo tiempo (41%).
En este sentido hay que destacar que España está dejando de ser un país de propietarios. El sentimiento de propiedad, tan arraigado en los españoles, pierde adeptos frente al alquiler, que gana terreno de forma considerable, sobre todo entre los más jóvenes.
Además, según opinan los inquilinos, alquilar es una fórmula que permite la movilidad laboral (22%); permite residir en una ciudad diferente de la que se quiere para fijar residencia (16%), ofrece la posibilidad de acceder a viviendas que nunca se podría comprar (15%), además de ser una fórmula que permite que los gastos de mantenimiento corran a cargo del propietario (14%).
“La crisis está abriendo la mente de los españoles hacia el alquiler. No solo más gente opta por alquilar antes que comprar una vivienda, sino que los españoles están empezando a tener una visión más positiva sobre el alquiler. Poco a poco la idea de que ‘alquilar es tirar el dinero’ está perdiendo adeptos en España”, explican los expertos de fotocasa.
Por contra, el 35% de los españoles que alquila asegura hacerlo por obligación, ya que su situación económica le impide comprar una vivienda. Y es que, aunque el inquilino medio asegura tener trabajo en la actualidad, su sueldo se sitúa entre los 12.000 y 18.000 euros al año.
El estudio también muestra que el motivo personal que empujó a alquilar al inquilino medio de 2014 fue la movilidad laboral: el 33% de los encuestados afirma que en los últimos meses ha alquilado una vivienda debido a un cambio de trabajo. Más motivos que propiciaron el cambio de vivienda de alquiler fueron querer mejorar la zona o el domicilio actual (32%), haber aumentado la familia (22%), tener nuevos proyectos personales como independizarse, irse a vivir con la pareja o con amigos (21%), o el haberse separado de la pareja (14%), entre otros. Un dato significativo que se desprende de la encuesta es que el mercado del alquiler está en constante movimiento: los españoles que buscaron una vivienda de alquiler en 2014 tardaron, de media, tres meses y medio en encontrarla.
El 78% asegura haber alquilado vivienda habitual. Por lo general, un inmueble tipo piso (53%), con una antigüedad de entre 10 y 50 años (47%), con tres o más habitaciones (52%). Además, para el 69% de los encuestados, esta no es su primera experiencia de alquiler, lo que vuelve a demostrar el dinamismo del mercado del alquiler en España. La cuota que paga de alquiler el inquilino medio de 2014 es de 660€ al mes.
La mayoría de propietarios compran para mejorar su vivienda actual
En cuanto al perfil de los propietarios, los resultados de la encuesta determinan que, entre los que compraron en 2014, destaca el grupo que tiene una edad comprendida entre los 35 a 44 años (38%); seguido de los de entre 25 y los 34 años (26%) y los de entre 45 y 54 años (24%).
De entre los primeros, el 44% compró porque considera la compra como “una inversión a largo plazo, una manera de hacer patrimonio”. Otros de los motivos fueron la percepción de que los precios han vuelto a la normalidad (34%), que alquilar o compartir es una forma de tirar el dinero (23%), que comprar es una forma de ahorrar para la vejez ante la dificultad de cobrar pensiones en el futuro (18%) o que, una vez pagada, la vivienda es un refugio ante adversidades, puesto que es hipotecable (12%).
Entre las causas personales que les empujaron a la compra destaca el factor aspiracional o el hecho de querer mejorar su vivienda actual (36%). Otros motivos fueron el hecho de ampliar la familia (34%) o empezar nuevos proyectos personales como independizarse o irse a vivir con la pareja (18%), entre otros. En cuanto a la situación sentimental, el comprador medio está casado.
Además, tiene titulación universitaria, se encuentra trabajando y cobra, de media, entre 24.000 y 30.000 euros anuales.
En cuanto al uso que se le va a dar a la vivienda adquirida, el informe de fotocasa recoge que un 71% compró vivienda en 2014 como primera residencia, seguido del 14% que lo ha hecho como inversión y el 13% que asegura que compró la vivienda como segunda residencia.
En general, se trata de un inmueble tipo piso (50%) de 3 o más habitaciones (71%), con una antigüedad de entre 10 y 50 años (47%). Sin embargo, para el 64% de los compradores no se trata de su primera experiencia de compra.
Además, la encuesta refleja que, de media, el comprador tarda 12,6 meses en encontrar vivienda de compra desde que se pone a buscar. El estudio recoge que el comprador gasta, de media, 189.609 euros en adquirir su vivienda. Esta cifra supone un 18,6% de los ingresos familiares.
El comprador medio compra mediante hipoteca (67%), frente a un destacable 28%, que paga al contado; y un 4% lo hace gracias a otras fórmulas como herencias, préstamos o donaciones.