2020-04-01T09:52:52+02:0014 octubre 2013|

Los datos de transacciones inmobiliarias de agosto, publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), nos devuelven de nuevo a caídas de dos dígitos en las operaciones de compraventas a causa del retroceso en la venta de viviendas nuevas, que “cae de forma considerable como consecuencia de las elevadas tasas impositivas que se aplican a este tipo de viviendas”, explica Beatriz Toribio, responsable de Estudios de fotocasa.es.

Si se observan las viviendas nuevas y usadas vendidas en el mes de agosto, se ve claramente cómo la vivienda de segunda mano cae un -5,9% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la obra nueva lo hace casi cinco veces más (-24,8%). “Si a principios de año se vendían en torno a 20.000 viviendas a estrenar al mes, el pasado agosto se vendieron poco más de la mitad (10.498) y casi 4.000 menos que hace un año. Este mal dato es un claro reflejo del impacto que tiene en la vivienda cualquier decisión impositiva, sobre todo en un contexto de restricción del crédito y de ausencia de ayudas fiscales”.

Desde el pasado mes de enero, las viviendas de nueva adquisición han pasado de estar gravadas con el IVA superreducido (4%) al tipo general, que ha pasado al 10%. La vivienda usada, en cambio, no está sujeta al pago del IVA sino al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que varía según cada comunidad autónoma.

“Más de la mitad de las viviendas (55,4%) que se venden en España son de segunda mano y se concentran en comunidades autónomas de costa -Andalucía, Valencia y Cataluña- que es donde más se está focalizando el interés de los inversores extranjeros. Pero este mayor interés foráneo por el mercado inmobiliario español no es aún suficiente para reanimar el sector. Hace falta medidas que lo impulsen, como una reactivación del crédito y, sobre todo, una reducción de las elevadas tasas de desempleo”, añade Beatriz Toribio.

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