2020-04-01T09:52:47+02:0011 noviembre 2013|

Los datos de transacciones inmobiliarias de septiembre, publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), “reflejan una vez más la tendencia bajista de las compraventas en España” si bien ésta “se suaviza” en términos interanuales (-8,6%) y supone un ligero repunte en la comparativa mensual (1,1%). “La caída interanual se reduce a casi la mitad, en comparación con el desplome (-15,4%) registrado en agosto, pero hay que tener en cuenta que los datos del mes anterior fueron muy malos debido a que en el verano de 2012 se anunció el fin de las desgravaciones fiscales a la compra de vivienda y la subida del IVA al 10%, lo que animó las operaciones”, explica Beatriz Toribio, responsable de estudios de fotocasa.es.

Aunque el dato mensual (1,1%) y el acumulado del año (0,2%) son positivos, “en un contexto de falta de ayudas fiscales a la compra de vivienda, de altos índices de desempleo y de restricción del crédito, sólo el creciente interés de inversores extranjeros en el mercado inmobiliario español explica esta moderación de la caída”, añade Beatriz Toribio. Así, las únicas comunidades que registran datos interanuales positivos en las compraventas son zonas costeras: Canarias (32%), Cataluña (9%) y Andalucía (0,5%)

Una vez más, el descenso interanual registrado en septiembre se debe al lastre de la vivienda nueva, que cae un -16,9% como consecuencia de los altos impuestos que se aplican a las casas a estrenar. Por su parte, la vivienda usada se mantiene en niveles muy similares a los de septiembre de 2012 y sólo cae seis décimas.

“Nuestros informes apuntan a que a nivel de precios el ajuste del mercado inmobiliario podría estar cerca de tocar fondo. Pero las compraventas no se animarán hasta que los bancos abran el grifo del crédito y los españoles comiencen a notar en sus bolsillos la recuperación a la que apuntan algunos datos macroeconómicos” afirma la responsable de estudios de fotocasa.es.

En este sentido, la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar los tipos de interés hasta el mínimo histórico del 0,25% “podría ser un incentivo a medio-largo plazo para aquellas personas que tengan intención de comprarse una vivienda, ya que abaratará el coste de la hipotecas en un momento en el que la banca aplica diferenciales altísimos. Y sobre todo, porque esta decisión ayudará a impulsar la falta de crédito”, concluye Beatriz Toribio.