Los datos de transacciones inmobiliarias correspondientes al año 2018, dados a conocer hoy por el INE, reflejan una subida interanual acumulada en las operaciones de compraventas del 10,1%, lo que supone el quinto año consecutivo con cifras positivas.
“Por primera vez desde que estalló la crisis cerramos un ejercicio por encima del medio millón de operaciones de compraventa como consecuencia del buen momento que vive el sector gracias a la recuperación económica, del empleo y la consolidación de la financiación”, explica Beatriz Toribio, directora de Estudios y Asuntos Públicos de Fotocasa.
Los datos del INE reflejan que el mercado de la vivienda de obra nueva y el de segunda mano han tenido comportamientos muy similares, con crecimientos del 11,1% y 9,9%, respectivamente. “La compra de vivienda vuelve a despertar interés y eso ha tenido un traslado directo a los precios. Pero han sido sobre todo los inversores y la demanda de reposición quienes han tirado de la demanda. El ciudadano medio de a pie aún tiene muchas dificultades para poder acceder a una vivienda”, asegura.
Para Toribio, “el mercado de la vivienda se encamina hacia un periodo de estabilización” y destaca que pese a estos abultados crecimientos que reflejan las diferentes estadísticas que miden la salud del sector, “aún estamos en niveles de actividad muy lejanos a los que veíamos en los años del boom: en 2007 se cerraron 775.000 operaciones de compraventa”. Prueba de ello también es que el incremento de 2018 (10,1%) es inferior al 13,6% registrado en 2017, así como al 11,5% de 2015.
La directora de Estudios también recuerda que “en los últimos meses se aprecia cierta moderación en la actividad del sector, que va ligada al menor crecimiento económico, del turismo y del contexto internacional”. En ese sentido, destaca que el número de operaciones del mes de diciembre (33.831) “es el registro más bajo de todo 2018”, un hecho que puede ir ligado a la propia tendencia del sector, pero también al posible efecto de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), que tuvo en vilo al sector durante varias semanas.