El comportamiento del precio durante 2021 ha sido determinante para medir la capacidad de restablecimiento del mercado de la vivienda de segunda mano. Si echamos la vista atrás, recordamos que en 2020 se detectaron caídas del precio de la vivienda, y se inició una ligera tendencia a la baja ocasionada por la pandemia. Un ciclo de moderación que resultó muy breve, ya que 2021 ya se inició con ascensos en el coste de la vivienda.
Sin embargo, aún con incrementos, la evolución del precio de la vivienda nos ha sorprendido gratamente durante el periodo de 2021. Gracias al Índice Inmobiliario Fotocasa hemos podido saber que la variación interanual se ha mantenido muy estable por debajo del 3% interanual, mostrando su pico más alto en marzo con un 2,9% y un mínimo de 0,3% en el mes de julio.
En cuanto al comportamiento social de los ciudadanos relacionados con el sector, hacía una década que el mercado no mostraba datos tan positivos de actividad inmobiliaria. La participación está por encima de los niveles previos al impacto de la pandemia, impulsada por el gran interés que se ha despertado por comprar vivienda. Por lo tanto, la compraventa ha reconquistado el sector implantando un auténtico boom por cambiar de vivienda que se ha despertado fortísimamente en regiones como Comunidad de Madrid (18%) o País Vasco (17%), seguidas de Cataluña (15%), Comunidad Valenciana (15%) y Andalucía (14%) según nuestros estudios de Fotocasa Research.
Lo más positivo es que cerramos el 2021 con un aumento por debajo del 2% interanual en diciembre. Lo que indica que, durante el anterior ejercicio, el precio de la vivienda de segunda mano ha tendido a la estabilización. Lo más notable es que, aunque la demanda por comprar esté en máximos, no ha sido suficiente para que los precios acompañasen a este gran auge y se elevase así el coste de la vivienda. Esta demanda histórica no ha empujado los precios hacia subidas desorbitadas. Es una tendencia muy singular que sugiere que el sector inmobiliario se está comportando de manera ágil y eficaz a la hora de dar respuesta a la demanda surgida.
Las preferencias y necesidades habitacionales de los ciudadanos se han modificado debido al confinamiento generando una gran demanda por comprar vivienda. Conjuntamente, se requieren nuevas tipologías y características de vivienda haciendo que la luz natural y los espacios amplios con salida al exterior se hayan vuelto lo más cotizado del mercado. En nuestro portal, la búsqueda de chalets y fincas rústicas se ha incrementado desde el inicio de la pandemia una media de un 30% y los filtros de terraza y balcón se han disparado un 40%.
Las previsiones para 2022 son muy positivas, será saludable que nos mantengamos entre aumentos moderados de en torno al 3% y 4% para no correr riesgo de acercarnos a una burbuja inmobiliaria.