- La proporción de compradores inversores que destina un inmueble al arrendamiento para estancias cortas ya suma el 20% del total
- Un 72% de inversores se decide por el alquiler a causa del rendimiento que ofrece esta opción, siete puntos menos que en el año anterior
- El 62% señala el precio como el elemento más importante a la hora de decidir su inversión inmobiliaria
El porcentaje de inversores que adquieren una vivienda para destinarla al mercado de alquiler de larga duración ha descendido hasta el 64% del total en España en 2024, cinco puntos menos que en el año anterior, cuando esta tasa se situó en el 69%. Por el contrario, la cifra de inversores en vivienda que prefiere el segmento del arrendamiento vacacional o para estancias cortas ha crecido un punto en este mismo periodo, alcanzando una cuota del 20%. Con todo, el alquiler en cualquiera de sus formas es la opción favorita para quienes compran un inmueble para invertir, ya que representa al 84% de los encuestados, frente al 88% de 2023. Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del informe sobre “El segmento inversor en el mercado inmobiliario en 2024”, elaborado por Fotocasa.
Por el contrario, un 16% de los inversores no piensa destinar la vivienda que han comprado a alquiler. Entre estos, un porcentaje significativo argumentan que no optan por poner el inmueble en el mercado de arrendamiento a causa de recelos a causa de los inquilinos o por posibles impagos. Así, un 31% opina que no quiere que los inquilinos estropeen la vivienda, un 26% considera que no desea problemas con el pago del alquiler, y un 8% señala que ha tenido malas experiencias con inquilinos en el pasado.
Teniendo en cuenta que los encuestados pueden responder afirmativamente a varias opciones, también existe un 43% de inversores que no alquilan porque quieren utilizar el inmueble para sí mismos o para familiares, un 22% que indica que el arrendamiento no supone suficiente rentabilidad, y un 17% que apunta que es un buen momento para vender la propiedad.
“La caída de cinco puntos porcentuales en el porcentaje de inversores que destinan sus viviendas al alquiler de larga duración es un indicador de cómo las medidas restrictivas pueden estar actuando como un desincentivo para la inversión. Este descenso, junto al crecimiento en el segmento de alquiler vacacional, sugiere que el mercado se está ajustando a un entorno de mayor incertidumbre e inseguridad jurídica y legislativa. La percepción de riesgo y de limitación de la rentabilidad están llevando a una diversificación en las estrategias de inversión, lo que podría impactar en la reducción del volumen de viviendas destinadas al arrendamiento a largo plazo”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
La gran mayoría de inversores se decide a alquilar por la alta rentabilidad de esta opción
Entre los inversores que deciden alquilar una vivienda de compra, la gran mayoría lo hace por la rentabilidad que ofrece esta opción. Concretamente, el 72% de los encuestados defiende esta posición, un porcentaje que se ha reducido en siete puntos en comparación con 2023, pero que se encuentra aún por encima del 69% que se registró en 2022.
En segundo lugar, el 26% de los inversores optan actualmente por el alquiler porque los ingresos obtenidos les ayudan en el pago de la hipoteca, un porcentaje ligeramente superior al 23% señalado en 2023. Por último, el 8% se decanta por el alquiler mientras espera que el activo suba de valor y pueda venderlo.
El precio de la vivienda se mantiene como el elemento más importante para el comprador inversor
Si se observan las características más destacadas por parte de los inversores a la hora de elegir una vivienda para comprar, sobresalen las motivaciones económicas por encima del resto. Así, un 62% señala el precio como el elemento más importante a la hora de decidir en que inmueble invierten. A mucha distancia, se hallan otros factores más relacionados con la calidad del inmueble: un 29% valoran que el barrio y los vecinos sean de su agrado (frente al 36% entre los compradores no inversores), un 26% destaca la proximidad de servicios (por un 37% de los no inversores), y un 25% celebra que el piso tenga terraza (versus un 39% de los demandantes para uso residencial).
Sobre la ubicación del inmueble, un 20% de los inversores busca comprar una vivienda en el mismo barrio donde vive, mientras que el 32% lo hace en un distrito distinto, pero dentro de su localidad de residencia. Por otro lado, un 22% quiere invertir en una vivienda de un municipio distinto, pero cercano y situado en su provincia, mientras que un 14% lo hará en una localidad alejada, pero dentro de su provincia de residencia. Únicamente el 12% se decanta por invertir en un inmueble fuera de su provincia.