- En 2023 el 52% de inquilinos se planteaba comprar en un plazo de cinco años y en 2024 esa cifra cae hasta el 48%
- Los que quieren comprar en un plazo de dos años también se reduce del 20% al 16%
- El 19% de inquilinos descartan la compra a corto y largo plazo
- Nueve de cada diez inquilinos cree que el precio de la vivienda de compra es caro o muy caro
Los inquilinos perciben que los precios del alquiler de vivienda son cada vez más caros y que continúan subiendo. Este hecho empuja a muchos de ellos a plantearse la adquisición de una vivienda propia. De esta manera, en 2023 la cifra de inquilinos que se planteaban comprar un inmueble en un plazo máximo de cinco años alcanzaba ya el 52%, la cifra más alta de los últimos cinco años. Sin embargo, tan solo un año después este porcentaje se ha reducido hasta el 48%, cuatro puntos porcentuales menos. La cifra también está un punto por debajo del registro de 2022, aunque se mantiene aún por encima del 44% de 2021 y el 41% de 2020. Así lo muestra el informe “Experiencia en alquiler en 2024” que pretende trazar una exhaustiva radiografía del mercado inmobiliario en alquiler.
Este descenso de cuatro puntos entre 2023 y 2024 entre los inquilinos que muestran intención de comprar vivienda propia tiene su raíz en el grupo de los que lo pretenden cumplir este objetivo en el plazo de dos años, ya que se reducen del 20% al 16%, mientras que los que lo pretenden en un periodo comprendido entre los dos y los cinco años se mantienen en el 32%.
Por el contrario, este descenso en el deseo de compra provoca que aumente el porcentaje de demandantes de vivienda de alquiler que, aunque no prevén comprar a medio plazo, no descartan hacerlo más adelante. Actualmente son el 33%, mientras que en 2023 eran el 31%. El porcentaje actual, por lo tanto, se acerca al 34% de 2022.
También se incrementa el grupo de los que descartan la compra tanto a medio como a largo plazo, ascendiendo al 19%, frente al 17% de 2023.
“Las capacidades económicas de los inquilinos han descendido en los últimos años a medida que ha ido aumentando el precio de la vivienda y al mismo tiempo que lo ha hecho la temporalidad, inestabilidad y precariedad en sus contratos laborales. Quienes más lo sufren son los jóvenes, menores de 35 años, que son quienes más interactúan con el alquiler, que se ven obligados a destinar una parte considerable de sus ingresos para cubrir este coste y esto les dificulta ahorrar para el futuro, reduciendo significativamente sus posibilidades de convertirse en propietarios algún día. De hecho, sabemos que el 43% de los inquilinos vive de alquiler por la imposibilidad de comprar una vivienda, un dato que se ha incrementado cinco puntos en tan solo un año”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Los inquilinos y los precios de la vivienda en propiedad
Existen muchos particulares que alquilan porque no pueden comprar. Surge, por lo tanto, la pregunta acerca de la percepción del precio del mercado de compraventa que tienen los demandantes de alquiler. En este sentido, el escenario es similar al que arroja su visión sobre los precios del arrendamiento.
De este modo, un 92% de los demandantes de alquiler creen que los precios de la vivienda en propiedad son caros o muy caros. Un porcentaje que ha permanecido bastante estable a lo largo del tiempo (en 2023 era el 93%) pero en el que ha ganado peso la percepción ‘muy caro’, que representaba el 62% hace dos años, en 2023 subió hasta el 69% y en la actualidad se ha situado en el 74%. Es decir, un incremento de doce puntos en veinticuatro meses.
Este aumento se alimenta, lógicamente, del adelgazamiento del porcentaje de los que únicamente considera algo caro ese precio, ya que bajan del 24% de 2023 al 19% de doce meses después.
Respecto a la tendencia de los precios de compra, existe igualmente en el colectivo este grupo de demandantes de alquiler la percepción de que seguirá siendo alcista hasta alcanzar, en 2024, el 68%, si bien se trata de una cifra dos puntos porcentuales menor que la de la anterior encuesta.