La inversión en el sector inmobiliario europeo ha estado marcada por tres preocupaciones macroeconómicas que son la escalada de los tipos de interés, la evolución de la inflación y, por supuesto, la fragilidad económica que atraviesa la eurozona, dando señales de recesión técnica durante 2023.
Por ello, ahora más que nunca, los ahorradores se preguntan dónde guardar sus sus ahorros para evitar la silenciosa pérdida de poder adquisitivo y seguir obteniendo rendimientos. En 2024 nos adentramos en el final del ciclo donde la actividad inversora se acelera gracias a las evidencias de fortaleza y resistencia que está mostrando el mercado inmobiliario español. Mientras las tensiones inflacionistas van menguando, las altas rentabilidades que ofrece la vivienda en las grandes ciudades de nuestro país siguen atrayendo a inversores. De hecho, Madrid, se acaba de coronar como la tercera urbe europea más atractiva para invertir por ser un epicentro de crecimiento económico, por su capacidad de atracción turística, por la solidez de sus infraestructuras y por su estabilidad.
Según los datos del Índice Inmobiliario Fotocasa, la rentabilidad de adquirir una vivienda y ponerla en alquiler muestra una tendencia al alza, situándose en niveles elevados con un rendimiento bruto del 6,4%. Esta estrategia no solo permite obtener rentabilidades más altas que la cifra que presenta la subida de los bienes y servicios (3,1%), sino que en comparación con otros activos como los Bonos del Estado o los depósitos bancarios, la inversión en vivienda se consolida como uno de los productos financieros más rentables de los últimos años, y en muchos casos, el de mayor rendimiento.
Buscando precisamente una alta rentabilidad, impresionados por la resiliencia del sector y con vistas a crear un patrimonio futuro, un volumen importante de compradores de vivienda (13%) se han lanzado a invertir al percibir este mercado como seguro y uno de los dinamizadores y motores económicos del país. También destaca el comprador extranjero que pone el foco en el ladrillo español, y particularmente el estadounidense, gracias a la paridad euro-dólar, que hace que el precio de compra y la menor vulnerabilidad a los encarecimientos de préstamos financieros sean de gran atractivo.
La inversión en activos inmobiliarios se considera un valor refugio frente a las épocas de incertidumbre como la actual. El precio de los inmuebles indica una tendencia alcista, pero en menor medida que el precio del alquiler, que se mantiene en máximos desde hace dos años, por lo que se prevé que el 2024 también exhiba cifras muy positivas en cuanto a rentabilidad.
La vivienda se posiciona no solo como una inversión segura y rentable a largo plazo, sino que también se revaloriza con el paso del tiempo. Lo que cada vez despierta el interés de más ahorradores. En este informe de Fotocasa Research se desgrana el perfil del inversor en nuestro país.