Desde que Fotocasa iniciara este estudio Los jóvenes y su relación con la vivienda hace ahora ya dos años, son varios los agentes del sector que se han sumado a analizar e investigar la demanda y visión de nuestros jóvenes sobre este mercado. Bienvenida sea toda esta información porque este segmento de la población es clave para el futuro del sector inmobiliario y, como reflejan año tras año nuestros informes, quien marca la mayor o menor participación de los españoles en el mismo.
Además, buena parte de esta información está corroborando algo que ya reflejaba la primera edición de este informe: pese a la extendida creencia de que los ‘millennials’ no muestran interés por la compra de una vivienda, los datos reflejan que sí quieren, pero no pueden. Los elevados precios, la falta de ahorro, la imposibilidad de acceder a la financiación necesaria y, sobre todo, la precariedad y bajos sueldos a los que suele estar ligada su actividad laboral, les impiden plantearse la compra. Pero su mentalidad no difiere tanto de la de sus progenitores respecto a las bondades y ventajas de la propiedad.
Al igual que ellos, e incluso en ocasiones en proporciones más elevadas, la mayoría de nuestros jóvenes defiende que comprar vivienda es una buena inversión, un valor patrimonial que les puede proteger a ellos y su familia en el futuro, y que en estos momentos compensa más comprar que alquilar.
Prueba de ese `no rechazo’ a la compra es que, según este informe, tan solo un 26% de los menores de 35 años que no han tenido relación con el mercado en el último año rechaza la compra de una vivienda en el futuro, frente al 32% del informe anterior. Y la mitad de los que han alquilado o intentado alquilar en el último año, aseguran que optan por el alquiler porque no pueden comprar.
Es decir, nuestros jóvenes no alquilan por la libertad, flexibilidad o el hecho de que puedan optar a mejores viviendas, sino por necesidad. No pueden acceder a la compra y se quedan en el alquiler. Pero muchos de ellos ni siquiera eso. Este informe pone de relieve también cómo se ha duplicado en el último año el porcentaje de menores de 35 años que están intentando entrar en el mercado del arrendamiento y no pueden. El precio sigue siendo su principal barrera y el fuerte encarecimiento de los alquileres en los últimos años -que en las grandes ciudades ya está por encima de los máximos de 2007, según los datos de índice de Precios del Alquiler de fotocasa- explica también que cada vez más jóvenes miren hacia la compra: el 73% considera que en estos momentos compensa más pagar una hipoteca que alquilar.
Nunca acceder a una vivienda ha sido fácil en nuestro país. Pero la compra y, sobre todo el alquiler, ahora suponen un porcentaje muy alto respecto de los ingresos brutos de una persona. Los precios de ambos mercados están creciendo a un ritmo muy superior a como lo están haciendo los sueldos que, en el caso de los jóvenes, son más precarios e inestables.
Tenemos un serio problema de acceso al mercado de la vivienda en nuestro país, y los jóvenes y las personas con menores recursos económicos son sus principales víctimas. Pero esta realidad también hay que verla como una oportunidad para el sector, justo ahora que el mercado empieza a dar señales de agotamiento porque se está acabando la demanda de reposición.
Tenemos que encontrar las vías para que nuestros jóvenes puedan acceder a una vivienda, con alternativas que les permitan ahorrar o financiar la compra en el caso de que opten por esta vía. Pero también necesitamos un mercado del alquiler más equilibrado y profesionalizado que haga del arrendamiento una buena opción, no una obligación.
El acceso a la primera vivienda es clave para el futuro del sector y para nuestra sociedad. Retrasar el acceso a una vivienda, retrasa la edad de emancipación, de vivir en pareja, tener hijos etcétera. Por ello, junto con medidas que conciernen al crecimiento equilibrado del sector, se necesita mejorar la empleabilidad y condiciones laborales de nuestros jóvenes. Solo así conseguiremos que puedan plantearse proyectos de vida.